Guerras de cifrado: ¿Es FHE una solución superior al E2EE tradicional?
Los términos «datos confidenciales» y «cifrado» van juntos como pastel de manzana caliente y helado. Sin embargo, existe un intenso debate sobre qué cifrado proporciona la protección de seguridad más sólida para la información confidencial.
Aunque el cifrado de extremo a extremo (E2EE) es la forma más conocida (sin duda una consecuencia de su uso en plataformas de mensajería como WhatsApp), algunos tecnólogos creen que el cifrado totalmente homomórfico (FHE) es el verdadero campeón de peso pesado.
Si bien el nombre en sí puede ser complicado, el atractivo de FHE es bastante fácil de explicar: permite el cálculo de datos cifrados sin necesidad de descifrarlos.
Más allá del cifrado tradicional
Aunque el cifrado de extremo a extremo brinda a millones de usuarios la seguridad de que sus datos están a salvo de miradas indiscretas, tradicionalmente viene con una limitación significativa: los datos deben descifrarse y volverse a cifrar antes de llegar a su destino.
FHE, por el contrario, permite el cómputo directo de datos cifrados. En la práctica, esto significa que se pueden analizar datos médicos o financieros confidenciales sin exponer la información subyacente, incluso en entornos que no son de confianza, como las nubes públicas.
Si bien muchos tecnólogos temen el creciente poder de la computación cuántica, que amenaza con romper muchos métodos de cifrado actuales, se dice que los fundamentos matemáticos de FHE lo hacen inmune a los ataques cuánticos, lo que garantiza la privacidad de los datos en una era tecnológica cada vez más incierta.
Las principales empresas de tecnología son juzgadas por la calidad de sus defensas de ciberseguridad. Por lo tanto, no sorprende que FHE siga siendo objeto de intensa exploración. El gigante de las búsquedas Google, por ejemplo, tiene su propia cadena de herramientas de compilación HEIR, cuyo objetivo es hacer que las aplicaciones FHE se ejecuten de manera eficiente en diferentes plataformas de hardware. IBM, Microsoft, Oracle y Alibaba (este último posee la mayor cantidad de patentes FHE) también están invirtiendo fuertemente en esta tecnología.
Desde la atención sanitaria y las finanzas hasta el voto electrónico y la computación en la nube, FHE tiene un inmenso potencial para proteger los datos de los usuarios y repeler los ataques de fuerza bruta de los ciberdelincuentes. Algo que será extremadamente importante cuando miles de millones de puntos de datos estén intercambiando información en las ciudades inteligentes del futuro próximo.
Fhenix Rising: FHE Onchain
En el espacio blockchain, los proyectos están aprovechando FHE para brindar a los usuarios «confidencialidad en la cadena». La cadena de bloques Layer-2 Fhenix es uno de esos proyectos.
Esta L2 basada en FHE utiliza cifrado totalmente homomórfico para abordar la falta de cifrado nativo de Ethereum. Incluso cuenta con su propia versión del EVM de este último: el fhEVM. Con esto, los desarrolladores de Solidity pueden implementar contratos inteligentes cifrados y crear aplicaciones descentralizadas (dApps) que preservan la privacidad sin una amplia experiencia en criptografía.
Hasta la fecha, Fhenix ha recaudado 22 millones de dólares de una serie de inversores ángeles y capitalistas de riesgo Web3 de alto perfil, lo que refleja el amplio atractivo de FHE en un contexto criptográfico. Por supuesto, aquí hay un elemento de sermoneo a los conversos: quizás ningún sector valore tanto la privacidad como DeFi, razón por la cual Fhenix ha tenido un impacto tan grande al principio de su hoja de ruta.
De los muchos casos de uso propuestos para la tecnología Fhenix, se han citado subastas privadas en cadena y redes sociales. En verdad, la capacidad de la plataforma para garantizar que las entradas y los estados de las transacciones permanezcan cifrados durante todo el proceso de cálculo la hace adecuada para crear una gran cantidad de aplicaciones centradas en la privacidad.
En última instancia, la promesa de FHE radica no solo en sus capacidades técnicas sino también en su potencial para cambiar fundamentalmente nuestra forma de pensar sobre la privacidad y la seguridad de los datos. En un mundo donde las filtraciones de datos pueden dejar reputaciones por los suelos y cuentas bancarias en mora, FHE ofrece un camino hacia la computación segura manteniendo al mismo tiempo la utilidad de la información confidencial.
Si bien el cifrado de extremo a extremo tiene su lugar, el cifrado totalmente homomórfico es la mejor opción disponible actualmente. Haríamos bien en aprovecharlo al máximo.
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